miércoles, 19 de agosto de 2015

PRESENTACIÓN




Todos sabemos que es machismo, ese desconcertante pensamiento que asegura que los hombres son superiores a las mujeres, sigue muy presente en la sociedad actual. Y lo que es peor, en ambos sexos.
En primer lugar, ¿qué diferencia realmente a los hombres de las mujeres? Si abrimos cualquier libro de biología nos encontramos con que esta diferencia radica en los caracteres sexuales. Estos se dividen en caracteres sexuales primarios y secundarios.

En segundo lugar, ¿cuándo surgió el machismo? Sabemos que en las primeras tribu nómadas no había especialización en las tareas, por ello el machismo tuvo que surgir en algún momento entre las primeras sociedades sedentarias y la civilización griega. Pongo a la civilización griega como momento clave porque en algunas de sus leyendas religiosas ya podían observarse estereotipos machistas (como ejemplo puedo poner la leyenda de la caja de Pandora, que culpa a la mujer de todo el mal del mundo.




DEFINICIÓN

La Real Academia Española define al machismo como la actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres; en otras palabras la actitud machista, acuñada más por el género masculino, es la superioridad del hombre en relación a la mujer, de esta manera sometiendo y discriminando en todos los ámbitos, catalogando de inferior al género femenino.


¿CÓMO SURGE EL MACHISMO?

Desde una edad temprana, los varones son llevados a estar conscientes de su conducta que puede hacer que otros sospechen que ellos no son “hombres verdaderos”. Esta conciencia puede hacerse casi de una forma paranoica hacia los adolescentes varones que no cumplen las normas. Esa conciencia es producto de un proceso orientado hacia la construcción de un varón dominante. Los padres temen fuertemente que sus hijos varones eventualmente pudieran exhibir características consideradas femeninas e indeseables para su propia imagen social. Por ello, la madre tiende a conducirse como la guardiana de la sexualidad del hijo, probablemente para evitar cualquier posible cuestionamiento de la misma masculinidad del padre. De esta forma, los varones dominicanos son criados en un ambiente fuertemente restrictivo y prohibitivo, que seguramente deteriora su espontaneidad, autenticidad y alegría, produciendo mucha hipocresía y neurosis.





CARACTERÍSTICAS DEL MACHISMO

Según la cultura y sociedad hispana un hombre para que sea considerado como un "verdadero hombre" y no como afeminado u hombre a medias, este debe poseer ciertas características que lo distingan y representen como tal. Según los estudios realizados por Octavio Giraldo-Nerón en base a este tema, llega a la conclusión que las características más sobresalientes del "macho" son su heterosexualidad y agresividad.

Se considera un verdadero hombre por primera vez a un adolescente, cuando este haga presunción de haber tenido en sus manos a una mujer o expresado de una mejor manera, haber mantenido relaciones sexuales con la misma; más aún si el hombre ya es casado, este debe exhibir su machismo engendrando a un hijo varón lo más pronto le sea posible, así él demuestra que puede mantener una descendencia masculina que al mismo tiempo debe criar, educar, y no dejando de lado también que debe sostener su familia lo cual debe ser con responsabilidad.







ENFOQUE FAMILIAR

Alfred Adler según su corriente de estudio, desarrolló la teoría del complejo de inferioridad-superioridad, hoy conocida como la teoría Adleriana, esta teoría encaja perfectamente para conocer y obtener una explicación sobre el origen de la actitud machista. El individuo machista constantemente vive preocupado por su masculinidad, que esta de alguna manera no se vea disminuida o afectada; creando en la persona una falta de seguridad acerca de la misma o sea un complejo de inferioridad.
Este complejo de inferioridad se va adquiriendo desde las experiencias recibidas por la persona en su etapa de niñez, cuando el hijo se siente de alguna manera inferior física y psicológicamente ante un padre machista, el cual expresa rudeza y hostilidad en el trato con su familia y con él.


El "jefe de hogar" generalmente hombre, y en este caso machista, dirige y educa a sus hijos varones a una mentalidad igual que la suya, en el que llena de privilegios a los varones dándoles un grado de superioridad con respecto a sus hijas mujeres que están llenas de restricciones mostrando así un grado de inferioridad y debilidad ante el varón; los hijos esperan ser tan machos como su padre lo trata de ser.
Las madres también en parte contribuyen a formar una mentalidad machista en la familia, ya que al igual que los padres comparten la misma idea de que las hijas deben permanecer bajo el techo del hogar, manteniéndolas así de una manera vigilada, además que tienen la completa responsabilidad de aprender a realizar las tareas domésticas tal o igual que su madre.